“Este lugar tiene muchas dimensiones”, dice Gianmarco Piacenti de la Iglesia de la Natividad de Belén, Cisjordania.
“Y desde el punto de vista histórico es fantástico, y también desde el religioso”, explica a la BBC.
Su firma, Restauraciones Piacenti, se está encargando de la renovación del templo, erigido justo sobre la cueva en la que los cristianos consideran que nació Jesús.
La iglesia llevaba décadas deteriorándose, en parte debido a que los distintos grupos cristianos no se ponían de acuerdo para empezar a repararla.
El humo de las velas y el polvo habían oscurecido los mosaicos y las goteras los habían dañado.
“Son los mejores mosaicos del mundo, pero no se habían restaurado en 900 años”, dice.
Así que en 2013 empezó la restauración del sitio con carácter de urgencia.
Y los restauradores pronto se encontrarían con una sorpresa: el mosaico de un ángel que llevaba siglos oculto bajo la capa de yeso de la pared.
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