“Nos encantaría restaurar también el Santo Sepulcro de Jerusalén.”, así de emocionado lo comentó Giammarco Piacenti, CEO de la empresa italiana en su conferencia a la prensa extranjera en Roma.
“No se ha podido cerrar la iglesia para hacer los trabajos de rehabilitación pues un sitio como este no se puede cerrar nunca.” – según palabras de Piacenti- “Por lo tanto, avanzamos al ritmo de las ceremonias. Cuando empiezan las misas nos detenemos y reanudamos cuando se han terminado.”
No es fácil dejar Italia e irse a vivir y trabajar a un Oriente Medio rodeado permanentemente de violencia confesional. Sin embargo, todos los que están participando en la rehabilitación de la basílica de la Natividad de Belén están encantados, tanto es así que uno del equipo se ha casado con una chica palestina.
Llevan dos años viviendo en Belén, se presentaron al concurso para restaurar la Basílica de la Natividad y lo ganaron. Ganaron rehabilitar uno de los sitios más importantes de la Iglesia Católica en el mundo y la inacabable experiencia que conlleva trabajar y vivir en Palestina siendo italianos.
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